El Dado Egocéntrico

“Ése era un dado egocéntrico. Cayera como cayera, siempre caía de cara, y con la misma sonrisa entonaba: soy yo, soy yo. Le hacíamos las mil y una al pobre dado: lo lanzábamos desde el balcón, adentro del plato de sopa, o justo antes de que se sentara tía Albertina (105 kilos), lo poníamos sobre el banco. Los insultos de tía no nos incumbían: se los cargábamos al dado. pero igual volvíamos a arrojarlo y zácate, caía de cara y dale cantar: soy yo, soy yo, soy yo. Una vez al Beto se le ocurrió limarle las aristas. Estuvimos como dos días sin parar hasta que quedó hecho una bolita. Vamos a ver si ahora cantás, dijo el Beto, y lo lanzó sobre las baldosas del patio. Apenas tocó el suelo, el dado empezó a decir: puta que te parió, puta que te parío. Y continuó rodando sin parar y meta cantar: puta que te parió, puta que te parió, puta que te parió.”

¿Quién es autor de este texto? (respuestas en comentarios).

4 respuestas a «El Dado Egocéntrico»

  1. Ufa, ahora con google somos todos expertos. :))

    Igualmente como bien me interpretó Toño, la historia de este texto es muy divertida, tengo que buscar un buen OCR para escanearla o tiempo para tipearla. Los que la quieran leer la podrán encontrar en la extinguida revista de ciencia ficción “el Péndulo” Número 12, sección “Polvo de Estrellas” de Elvio E. Gandolfo.

  2. ni idea… me suena a segador… pero no se…. hay q estar mal de la cabeza para escribirlo, y peor para leerlo!!! XD

Responder a Adriana Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *