Topes?! Cómo Topes?!!

abre diario Clarín

Parece que después del conficto con los subtes la patronal, la burocracia sindical y el gobierno quedaron un poquito asustados. Ahora en vez de discutir el “piso” o sea, cual sería lo mínimo que se podría exigir, definen el “techo”. No vaya a ser que los obreros se “zarpen” y pidan un sueldo digno.

6 respuestas a «Topes?! Cómo Topes?!!»

  1. Amigo Luis Beltrán, tu siempre tan cuidadoso con tu ortografía; es Hincapié por favor Hincapié…
    Saludos desde Perú y felicitaciones por tu sitio web, me agrada el diseño.

  2. Por eso la puse como link: clickeá, Pepe, clickeá!!

    Nope, el invento del derrame (decirle teoría le queda grande) es uno solo. Por eso te hice un link a google y no a alguna página en particular para ser mas objetivo.





  3. Son erróneas tus consideraciones sobre los salarios. Los salarios no aumentan por meros voluntarismos empresarios o compulsivamente a través de decretos demagogicos, sino que aumentan o disminuyen según la tasa de capitalización de la empresa donde trabajan, es decir según la productividad de la empresa. Si esta empresa se vé obligada a aumentar los salarios necesariamente, el aumento es nominal y no real porque definitiva, ese aumento se va a transferir finalmente al consumidor y el aumento de precios será generalizado, entonces no son aumentos reales sino nominales, ajustes según se eleva la canasta familiar.
    Aqui envío un articulo explicando bien esto, espero que lo lean, salu2.
    ACERCA DE LA PUJA “RECORPORATIVA”
    Una serie de conflictos gremiales desatados en las últimas semanas ha hecho renacer un viejo concepto: el de la “puja redistributiva”. En síntesis, la idea es la siguiente: la producción ha aumentado en la Argentina en los últimos años; ahora es necesario determinar cómo se reparte esa mayor riqueza. Este reparto se definirá entre el sector empresarial, el sindical y el político por vías que van desde la negociación hasta los conflictos.

    Una de las lecciones más difíciles de comprender, y donde las ideas socialistas predominan cómodamente, es la remuneración de los factores que intervienen en la producción. Después de todo, ¿no dice la misma ciencia económica que el empresario buscará pagar el menor salario posible y tratará de vender al mayor precio que pueda obtener? Dada que ésa es su intención, los sindicatos pondrán freno a esa sed de llevarse todo y el estado intermediará, de paso, aumentando su propio poder.

    No obstante, en cuanto a los salarios se refiere el proceso es el siguiente: el empresario tratará de obtener la mayor productividad pagando el menor salario posible. Para aumentar la primera invertirá, le dará al trabajador máquinas y herramientas que le permitan ser mucho más productivo. Pero esa mayor productividad también atrae a otros empresarios para aprovechar la productividad del trabajo y, al hacerlo, compiten entre sí elevando los salarios hasta que éstos lleguen a cubrir toda su productividad.

    Así termina el proceso analítico, pero en la práctica es continuo ya que permanentemente la inversión aumenta la productividad y esto termina elevando los salarios, no porque los empresarios quieran, sino porque se ven obligados a hacerlo. Esto explica el alto nivel de vida alcanzado por los países más ricos.

    La verdadera puja, entonces, es entre los empresarios para contratar a los mejores trabajadores y entre éstos por conseguir los mejores puestos de trabajo. Cuanto más demanden los empresarios, mayores serán los salarios que deberán ofrecer (y también condiciones de trabajo).

    Como el país tiene todavía una tasa de desempleo de dos dígitos, eso quiere decir que todavía hay mucha mano obra que los empresarios tienen que absorber, aunque en ciertas ramas o especialidades pueda haber escasez ahora mismo y esos salarios aumenten.

    Por eso, todos los intentos de aplicar aumentos generalizados de salarios o del mínimo, e incluso de forzar aumentos en toda una industria o actividad, son contraproducentes.

    En aquellas tareas donde hay escasez de mano de obra los salarios van a aumentar de todas formas y en aquellas en que esto no sucede, elevar el salario reduce las oportunidades de empleo para los que no lo tienen.

    Si se deja funcionar al mercado libremente aumentarán los salarios de aquellas tareas ahora escasas y se absorberá a los desocupados. Esto significa, claramente, un aumento de esos ingresos sin ninguna “puja” que no sea la generada por la competencia.

    La otra es una puja de corporaciones, es una lucha por poder.

    Martín Krause

    Rector ESEADE

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